-sobre una observación de una clase-
Entré al aula de literatura
y Sofía me agarró del brazo
pidiendo sentarse conmigo.
También se sumó Gianna
mientras me ponía una careta
con forma de sol
y me envolvía el cuello
con su bufanda.
Me hicieron trenzas.
Después, fuimos a la sala de teatro
y las dos se quedaron conmigo
pero una
-Sofía-
se durmió en mis piernas
durante la actuación
de sus compañeros.
Una vez despierta,
me dijo:
"Qué linda almohada.
¿Sabés que mi abuela
ya no usa más bastón?"
pensé que eso podía ser bueno
entonces le respondí
"Qué bien"
pero me cerró la voz,
diciendo:
"No, se está muriendo."
Aló!
ResponderEliminarVos y tu manera extraña de escribir... je!